Monday, November 18, 2013

Los TAYS

Hoy alcanza el número seis de nuestra lista de aviones que te sorprenden, el Goodyear GA-468 Inflatoplane. Como su propio nombre indica fue un avión hinchable pensado para labores de rescate que cabía, plegado, en un contenedor de poco mas de un metro cúbico.

Por increíble que pueda parecer el avión volaba, y para inflarlo bastaba una presión de 25 psi. En vuelo una toma de presión del motor ayudaba a mantener la integridad estructural.

Dotado, en sus primeras versiones, con un motor de 40 HP era capaz de volar a 116 Km/h con un alcance de 630 Km. Su peso máximo al despegue era de 110 Kg y podía despegar en 90 m.

Fue diseñado y construido en tan solo 12 semanas en 1.956 con la idea era que pudiera ser lanzado en un contenedor para servir de vehículo de rescate a pilotos derribados tras las líneas enemigas.

El proyecto no prosperó porque como comentaron los militares "no le encontraban aplicación militar a un aeroplano que podía ser derribado con un arco y una flecha".

Se fabricaron solo doce unidades, pero Goodyear continuó su desarrollo hasta 1.973. Se conservan dos unidades una de las cuales se encuentra en el Smithsonian en Washington DC.

Aquí tenéis un vídeo de Youtube muy ilustrativo de este curioso aparato.



Vaya pues nuestro número 6 de los aviones mas raros de la historia para el Goodyear Inflatoplane.

En nuestra última entrada os dejamos un test para que respondierais a una serie de preguntas sencillas cuya misión fundamental era saber si estáis dotados de las cualidades básicas requeridas para alcanzar las mas altas cotas profesionales dentro de vuestra empresa. Así pues coged vuestra hoja de respuestas y vamos a ello.

Para empezar ignorar las respuestas positivas o negativas que hayáis dado, porque son irrelevantes. La única respuesta a considerar es la de “Indiferente”.

Antes de continuar hemos de pediros perdón porque el test, en si mismo, era una broma ya que las preguntas que lo forman también son irrelevantes. Podríamos haber preguntado sobre vuestras aficiones musicales o vuestros gustos literarios y el resultado del test seguiría siendo válido.

Si el número de repuestas del tipo “Indiferente” que habéis dado es mayor de cinco, entonces enhorabuena. Con este nivel poseéis claramente la primera cualidad requerida para ser un triunfador, esto es, la adaptabilidad.

Ser adaptable no significa que no tengas opiniones concretas sobre los temas, simplemente te las guardas para ti. Nunca navegas a contracorriente. Jamás contrarías a tus jefes. No eres una persona problemática. Eres capaz, en el plazo de cinco minutos, de defender una postura y su contraria sin el menor problema y con el mismo convencimiento en ambos casos. En estas condiciones nadie te verá como un rival potencial y podrás irte haciendo un hueco en la organización en silencio y de manera natural.

Resumiendo, y usando las palabras del sublime Groucho Marx, podrás decir con toda sinceridad: 

"Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros"

Si vuestras respuestas del tipo “Indiferente” han alcanzado ocho, o más, entonces tenéis todas las papeletas para lograr el éxito, porque también poseéis la segunda y mas importante condición, la sutileza. Si eres sutil no tienes raíces ni ataduras. No te debes a nada ni a nadie. No tienes compromisos que te lastren. No es que navegues siempre con el viento a favor, es que eres capaz de caminar sobre las aguas. Lo que viene a significar que, pises donde pises, nunca te hundirás.

Un ejemplo os aclarará a que me refiero.

En una empresa ha quedado vacante un puesto de Sudbirector. El Director de la División, ha recabado información sobre los posibles candidatos para cubrir dicho puesto. Sobre su mesa hay varios curriculums que va a proceder analizar.

El primero es del señor “A” que gestiona el Departamento de Sw. Tiene un magnifico expediente y es una persona tremendamente comprometida con su trabajo. Su experiencia profesional es inmejorable y parece el candidato perfecto. Sin embargo, tras pensarlo durante unos minutos, el Director de la División lo aparta a un lado. Ha recordado un principio básico que cualquier gerente  debe tener presente en todo momento:

“Nunca resuelvas un problema de manera que su solución te genere un problema aún mayor”.

Su razonamiento es irrefutable: si asciendo al señor “A” descabezo el grupo de Sw y estamos a seis meses de entregar al cliente un proyecto muy importante en el que están en juego decenas de miles de euros, por tanto el señor “A” debe de seguir al frente de su equipo. Así pues el señor “A” queda descartado.

A continuación viene el señor “B” que dirige el Departamento de Hw. Y luego el señor “C” que dirige el grupo de Diseño Mecánico. Y luego el señor “D” que se encarga del Departamento de Calidad. Y luego viene el señor “E” y .... todos presentan, de una manera u otra, el mismo tipo de problema.

Al cabo de media hora, sobre la mesa de nuestro Director solo queda una solitaria carpeta. Un tanto abatido la coge, la abre, y empieza a estudiarla. Corresponde al señor “P”. Según todos los jefes que ha tenido es un individuo muy dispuesto que nunca ha dado problemas. Siempre ha desarrollado su trabajo con eficacia y aunque no se le conocen éxitos importantes esto se equilibra con el hecho de que tampoco ha tenido fracasos notorios (en realidad es difícil decir con propiedad que ha hecho hasta el momento). Ahora mismo está al frente del Departamento de Objetos Perdidos donde realiza una labor muy eficaz tirando a la basura, en el plazo de 24 horas, cualquier objeto que llega a sus almacenes. Con ello ha conseguido un magnífico aprovechamiento del espacio disponible a la vez que mantiene un perfecto control sobre los objetos bajo su custodia, cumpliendo a rajatabla todas las directrices y normas de la compañía en términos de calidad en la gestión y lucha contra la contaminación.

El Director duda durante unos instantes pero enseguida se da cuenta de que ha encontrado a la persona idónea. Su marcha no lesiona ningún interés de la compañía y evitará rencillas entre los otros candidatos. Además, ha hecho tan buen trabajo en su Departamento, que la Dirección General ha pensado suprimirlo puesto que ya no es necesario. Así pues el señor “P” será el candidato elegido, y de paso nuestro astuto Director de División se apuntará un gran tanto ante su jefe al suprimir el Departamento de Objetos Perdidos antes de que lo haga otro.

Me imagino que ya lo habéis pillado.

Naturalmente las dos condiciones anteriores son necesarias pero no suficientes. A ellas deberéis añadir vuestra disposición para mostrar una actividad frenética (con independencia de si sabéis hacia donde os dirigís), vuestra habilidad para relacionaros, vuestra capacidad de ser encantadores con las personas de las que podéis obtener algo, etc.

Eso sí, ademas de todo lo anterior, deberéis de tener la suerte de estar en el lugar adecuado en el momento preciso. Pero eso ya es otra historia.

Ahora ya sabéis que un TAYS es un "Tipo Adaptable Y Sutil". Y cuidado, porque a lo mejor uno de estos es vuestro próximo jefe.

Si no habéis alcanzado los niveles anteriores no preocuparos. Sois como todos nosotros y eso no tiene porque ser vergonzoso (o al menos eso espero). Puede que no lleguéis a subir mucho en el escalafón de vuestra empresa pero si os gusta lo que hacéis, disfrutar al máximo cada momento. Centraros en vuestro trabajo, aprender de los errores, disfrutar con los aciertos y, sobre todo, compartir vuestra experiencia con los compañeros que os rodean ya que, aunque quizás no os deis cuenta, son una parte importante de vuestra vida.

Y por supuesto sonreír cuando el año que viene os den un teclado de 121 teclas. Porque al veros sonreír la persona que os lo entregue pensará, y con razón, que sabéis algo que él ignora.

Ahora, una pequeña reflexión.

Si, bromas aparte, os consideráis capaces y preparados para llegar a lo más alto, debéis de ser muy conscientes de que, de todos los niveles de la escalera del triunfador, el único peldaño que subiréis exclusivamente por vuestros propios méritos será el primero.

No importa cuan arriba lleguéis, porque en todos los demás escalones que ascendáis será determinante la gente bajo vuestro mando. Si conseguís agrupar a vuestro alrededor personas ilusionadas que os apoyen incondicionalmente lo tendréis muy fácil, porque su entusiasmo os llevará al éxito y eso será vuestro trampolín.

Por eso recordar siempre la ayuda que indirectamente os prestaron esas personas, y no os recreéis por las mañanas al miraros en el espejo diciéndoos a vosotros mismos "¡Dios, que bueno soy...!", porque una gran parte del mérito de vuestro éxito se lo deberéis a ellos. Si lo olvidáis puede que sigáis ascendiendo por inercia pero supongo que os sentiréis muy solos allí arriba.

Bueno, tampoco me hagáis mucho caso, suelo equivocarme a menudo en mis suposiciones.

Un pensamiento:
Puede que hayas olvidado donde vas. Incluso es posible que, en algún momento, olvides donde estás. Pero lo que nunca debes hacer es olvidar de donde vienes.

Nos vemos.

Sed buenos.


Visita www.dip-solutions.com para ver a que nos dedicamos.

No comments:

Post a Comment