Wednesday, December 4, 2013

The Guardian of the Word

We reach today number five on our list of unusual aircrafts with the Caproni Stipa. Developed by Luigi Stipa and manufactured by the Italian aeronautic company Caproni this experimental aircraft with its ducted propeller (distant precursor of the turbofan), flew for the first time in October of 1932. Despite its ridiculous appearance (it was called ‘the flying barrel’) it performed well, but due to the big aerodynamic drag its maximum speed did not exceed 131 km/h. However its landing speed was extremely low (70 km/h) requiring a very short runway for landing.

 It had a wingspan of 14.3 meters and an overall length of 5.5 m. This double seat aircraft had a takeoff weight of 800 kg and was powered by a De Havilland Gipsy III 120 HP engine.

Only one prototype was built and the project was abandoned due to its limited performances.


Although the prototype does not remain, in 1988 a 3:5 scale replica was built in Australia (built like this so that it could be included in the ultralight category) and flew in 2001, again confirming the excellent maneuverability characteristics pointed out by the Italian test pilots 69 years ago. Currently this aircraft is in an Australian museum.




This is a YouTube video where you can watch one of the flights of the Stipa.



In one of our previous posts we spoke about the specialists. I will dedicate an upcoming chapter to them where I will tell you how they face their daily and special task, but today they will help us to introduce you all a very special figure. The Guardian.

El Guardian de la Palabra

Hoy alcanza el número cinco de nuestra lista de aviones poco comunes el Caproni Stipa. Desarrollado por Luigi Stipa y fabricado por la empresa aeronáutica italiana Caproni este avión experimental de hélice intubada (precursor lejano de los turbofans) voló por primera vez en Octubre de 1.932. Pese a su ridículo aspecto el avión (se le denominó "Barril Volador") se comportó muy bien aunque, debido a la gran resistencia aerodinámica que presentaba su velocidad máxima no superaba los 131 Km/h. Sin embargo su velocidad de aterrizaje era extremadamente baja (70 Km/h) lo que hacia que la distancia necesaria para posarlo  en el suelo fuese muy corta.

Con una envergadura de 14.3 m y tan solo una longitud de 5.5 m este biplaza tenía un peso al despegue de 800 Kg e iba propulsado por un motor De Havilland Gipsy III de 120 HP.

Solo se construyo un prototipo y el proyecto fue abandonado debido a sus limitadas performances.

Aunque el prototipo no se conserva, en 1.988 se construyó en Auatralia una réplica a escala 3:5 (para que pudiera entrar en la categoría de ultraligeros) que voló en 2.001, confirmando de nuevo las excelentes características de manejo que ya habían puesto de manifiesto los pilotos de prueba italianos 69 años antes. Actualmente se conserva en un museo australiano.

Aquí os dejamos un video de Youtube donde podeis ver uno de los vuelos del Stipa.



En una de nuestras anteriores entradas hablamos de los especialistas. A ellos les dedicaremos un próximo capítulo para contaros como se enfrentan día a día a su particular tarea, pero hoy nos van a dar pie para introduciros en una figura muy especial. El Guardián.