Thursday, June 6, 2013

Los watios y la acetona

En la etapa final de nuestra clasificación, alcanzamos el número tres que le corresponde al diseñador mas importante de los último 30 años. Este no es otro que el norteamericano Burt Rutan (1.943), quien desde su empresa Scaled Composites en el desierto de Mojave, con sus diseños revolucionarios y mediante el empleo de los materiales compuestos, ha conseguido demostrar que la innovación en el mundo aeronáutico no está en manos de compañias como Boeing o Airbus, sino en las de personas con un talento fuera de lo común y de sus pequeños grupos de ingenieros.

Entre sus logros está el diseño del GlobalFlyer que logró dar la vuelta al mundo sin escalas con un solo piloto, el Ares un revolucionario caza de bajo costo, el StarShip que diseñó para Beechcraft un avión ejecutivo en configuración canard que por primera vez empleaba una estructura en fibra de carbono y, por supuesto el SpaceShip One (y su avión portador el White Knight) con el  que ganó el X Prize en 2.004 superando una altitud de 328.000 ft.


















Vaya pues mi número 3 para Rutan.

Hoy vamos a hablar de unas de las tareas más difíciles a las que uno se puede enfrentar en su labor profesional: elaborar una buena especificación. Aunque, como ya hemos comentado en alguna otra ocasión,  este trabajo se suele encomendar a los recién llegados es una de las tareas más complejas que un ingeniero puede desarrollar. Hacen falta conocimientos, experiencia y capacidad de síntesis y eso es algo que no todas las personas poseen.



Cuando uno se enfrenta al problema de hacer una especificación de un equipo o sistema, lo primero que debe hacer es entender en profundidad para qué se necesita dicha unidad. Una vez cubierta esta primera fase, el reto está en hacer que lo entiendan los demás.

Lo que aquí vamos a comentar no está ligado a ninguna de las múltiples herramientas informáticas de ayuda a la gestión de especificaciones si no a algo mucho mas básico. Como se relacionan dichos requerimientos con el sentido común.

Para nuestra desgracia, la mayoría de las especificaciones no pasan de ser un inmenso montón de requisitos desesctructurados, confusos y muchas veces contradictorios o imposibles de cumplir. Por ello, si alguna vez te toca hacer una especificación, piensa en lo que te ha tocado sufrir con las de los demás y trata de aplicar lo aprendido, para no cometer los mismos errores.

Una buena especificación no tiene porque ser un ladrillo. Yo he visto magníficas especificaciones de sistemas complejos cuyos requisitos estaban recogidos en una veintena de páginas.

Lo primero que la especificación debe de contener es una descripción general de para qué se quiere el equipo (funcionalidad), en qué condiciones debe de trabajar (entorno) y su relación con el mundo exterior (contexto). Esto permitirá al diseñador tener una visión general del problema desde el primer momento lo cual ya es un gran paso.

La mayoria de las especificaciones con que nos encontramos no cumplen con lo indicado en el párrafo anterior y se limitan, tras soltarte dos páginas de acrónimos impronunciables, a poner en secuencia una hilera de requisitos interminables, sin ningún orden concreto, que te obligan a estar continuamente saltando de página en página hasta que al cabo de media hora ya no sabes si es el equipo que tienes que diseñar es una fuente de alimentación o un sistema de comunicaciones HF.

Lo primero que te llama la atención son las obviedades. Es muy común que el primer requisito de la especificación de cualquier equipo contenga una sentencia del tipo:

El equipo deberá funcionar con normalidad dentro de su entorno operacional

A esta frase solo cabría añadirle un digno remate que dijera algo como:

en caso contrario solo podrá usarse de pisapapeles 

Vamos a ver. Esto, desde un punto formal, a lo mejor tiene algún profundo significado, pero no deja de ser una obviedad y lo malo es que las especificaciones suelen estar llenas de ellas. Pero cuidado, no existe ningún requisito inocuo ya que, a veces, un requerimiento aparentemente futil puede acarrear enormes problemas de diseño.

La mayoría de las especificaciones se parecen mucho a las cartas a los Reyes Magos que escriben los niños, ya que plantean objetivos que luego se demuestra que son inalcanzables pero que, "a posteriori", se modifican para adaptarlos a la realidad de la vida para que todo quede en armonía.

Es muy normal encontrar un requisito que diga algo como esto:

El consumo máximo del equipo no deberá superar los 250W

y tú, que eres el diseñador, abres mucho los ojos y te preguntas ¿cómo es posible que el individuo que ha hecho la especificación pueda saber cual es el consumo de un equipo que todavía no he empezado a diseñar?.

Ante esa pregunta caben dos explicaciones posibles:
  • Primera, la persona que ha hecho la especificación sabe de lo que está hablando y la disponibilidad energética para ese equipo en concreto no puede superar ese valor con lo cual, si no se consigue que el diseño lo cumpla, habrá que abandonar el proyecto
  • Segunda (la mas normal), el especificador se marca un "brindis al sol" y pone uno cualquiera, normalmente basándose en equipos semejantes. Eso si, tiene buen cuidado de añadir a continuación del mismo las siglas TBC (To Be Comfirmed) para que, si luego el consumo final es de 280W, se pueda cambiar el requisito poniendo 300W y quitando la coletilla TBC. Así todo cuadra
Otras veces el problema es que se especifica más de lo necesario, lo que hace que se presenten situaciones paradójicas. Por ejemplo, en la especificación pueden haberte definido que tu equipo necesita comunicarse con otra unidad para lo cual se empleará un bus serie punto a punto. Así mismo en otro apartado te dirán que la velocidad de refresco deben de ser 100 Hz y que el tamaño de la trama de datos es 100 bytes.

Hasta aquí todo normal. La duda se te plantea cuando, cuatro páginas mas allá, te especifican que el reloj de transmisión será de 15 MHz. Y tú te preguntas ¿para que demonios necesito un reloj de 15 MHz (que me va a dar un montón de problemas de procesado y de EMC) cuando puedo funcionar a 150 KHz y todavía me sobra tiempo?.

En otras ocasiones simplemente se te pone cara de estupor cuando lees algo como:

El equipo será resistente a la acetona

y te imaginas que será por si acaso el piloto es una mujer a la que le guste ir siempre radiante y aprovecha, cuando el piloto automático está puesto, para quitarse el esmalte de las uñas y se quiere contemplar la posibilidad de que se le derrame el frasco de acetona sobre tu equipo (!). 

Cuando te enfrentes a una especificación debes de tomártelo con espíritu deportivo e imaginarte que estás corriendo los 400 m obstáculos para, a continuación, seguir con una media maratón. No debes desanimarte aunque tropieces y sobre todo no debes de desfondarte.

Un pensamiento:
Un experto es quella persona que cada vez sabe mas sobre menos cosas hasta que llega a saberlo absolutamente todo acerca de nada

Nos vemos.

Sed buenos.


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