Thursday, April 25, 2013

Los terremotos y la coalescencia


Continuando con nuestra saga de los mas innovadores diseñadores aeronáuticos de la historia hoy alcanzamos el número 9 de mi ranking particular. Este puesto les corresponde a los hermanos Horten, Walter(1.913-1.998) y Reimar (1.915-1993) por su desarrollo de las primeras "Alas volantes" operativas. Amén de un sinfín de planeadores diseñaron el HO-229, la primera ala volante, dotada con dos turborreactores, realmente operativa y que se aproximaba mucho al sueño del mariscal Göring de un avión 1000x1000x1000 (1000 Kg. de carga a 1000 Km de distancia a 1000 Km/h). Además fueron pioneros en el empleo de recubrimientos "stealh" para disminuir la visibilidad ante el radar.












Vaya pues mi número 9 para los hermanos Horten

Continuando con nuestras reflexiones, la respuesta a la pregunta que dejamos flotando en nuestra última entrada requiere un replanteamiento científico. Estas grandes empresas son rentables y mantienen un nivel tecnológico alto debido a que el número de estúpidos en una gran organización, considerada como una muestra grande de personas, es una fracción no cuantificable, pero finita, de la misma. Además, según la Segunda Ley de Carlo M. Cipolla (Las leyes fundamentales de la estupidez humana)

"La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier
otra característica de dicha persona"


Eso, en nuestro caso, viene a significar que los estúpidos se reparten dentro de la organización de manera equiprobable, no importa si eres CEO, Director de Area o Departamento, ingeniero, operario, el vigilante de la puerta o el señor de la limpieza. Asumiendo esto como hipótesis de partida, podemos imaginarnos una gran empresa como un enorme vaso de cristal lleno de un líquido muy viscoso (la organización) en el que flotan en suspensión dos conjuntos de partículas (los estúpidos y los no estúpidos).

Aunque el análisis de Cipolla es muy exhaustivo, el era economista y creo que pasó por alto un aspecto fundamental que nosotros, desde un punto de vista técnico, podemos enfocar de otra manera. El enfoque a que me refiero es darse cuenta de que estos dos conjuntos de partículas tienen propiedades físicas diferentes.

En condiciones de reposo los no estúpidos (que en adelante denominaremos partículas beta) tienden a mantenerse en equilibrio estacionario salvo quizás algún pequeño movimiento Browniano dentro del líquido. Por su parte los estúpidos (a los que llamaremos partículas omega) tienen una marcada tendencia, quizás derivada de un efecto de interacción de fuerza débil, a estratificarse en capas a distintos niveles en el vaso de cristal. Esto provoca que las partículas beta no puedan relacionarse entre sí lo cual, unido a su bajo peso molecular, hace que se mantengan aisladas e inertes.

Pero si hay un terremoto (naturalmente suponiendo que el vaso no se rompa) y el vaso de cristal se agita, las cosas cambian notablemente. Las partículas omega rompen sus enlaces muy rápidamente y se vuelven prácticamente invisibles mientras que las partículas beta empiezan a unirse y a crear núcleos importantes según un modelo de coalescencia. Este fenómeno no se produce de manera espontánea. Normalmente se necesita un punto de inicio que actúe en forma de catalizador. Este iniciador suele ser una partícula beta que mediante algún extraño comportamiento alquímico transmuta a lo que denominaremos partícula alfa que sirve como iniciador de la reacción. Y a partir de ese momento la coalescencia es imparable. La partícula alfa irradia una energía claramente detectable en todo el espectro y actúa, como antes decía, como verdadero aglutinante de las partículas beta.

Sorprendente.

Y ahora me preguntareis, ¿pero esto que tiene que ver con el tema que nos ocupaba?. Veréis que el símil es verdaderamente apropiado.

En una gran empresa coexiste gente muy brillante con otra que no lo es tanto. Pero, siguiendo nuestra analogía anterior los individuos omega, que aunque existan en un numero importante no tiene por que ser la mayoría, consiguen estratificarse, empotrarse en el sistema, y son los que marcan los tiempos, los objetivos y, para colmo, controlan los fondos.

En una gran empresa un terremoto es sinónimo de un Programa que va rematadamente mal. Después de que los individuos omega hayan perdido tres años caminando hacia ninguna parte con reuniones multitudinarias, telecoms, y catorce planificaciones irreales, empiezan a sonar las campanas del infierno. La Dirección decide tomar medidas radicales y empieza el fenómeno de la coalescencia de las partículas beta y el paso a la invisibilidad de las omega. Pero para ello debe de aparecer un individuo que haga las funciones de partícula alfa.

Estas personas son gente de la organización, normalmente muy buenos ingenieros, y responsables de algún área de nivel medio en la empresa. Cuando se piensa en ellos la Dirección cuenta con que, si la cosa sale mal, será un individuo prescindible y se tendrá a alguien perfectamente adecuado para culparle del fracaso. Es lo que coloquialmente llamamos un chivo expiatorio.

Estas personas, que en un principio arrancan con todo en contra, sin embargo son capaces de reunir a su alrededor la gente mas animosa, decidida y valiosa de muy diferentes áreas de la compañía. Gente como la que yo os hablaba en mi primera entrada, auténticos "Uñas Negras" capaces de asumir un riesgo enorme por el puro placer de demostrar que se puede hacer.

Estas personas no abundan, pero creedme que existen, Y desde luego es un autentico privilegio personal cuando puedes trabajar con ellas.

En otra ocasión os contaré de que clase de individuos estamos hablando, de sus características personales, de como consiguen hacer que esos grupos puntuales creados a la sombra de una situación crítica, permanezcan vivos una vez que la crisis se ha resuelto y, lo que es mas importante, como los podéis distinguir en vuestra empresa para tratar de uniros a su equipo de chalados.

Dicho esto, la primera conclusión a la que se llega es que las grandes empresas, en general, no son buenas gestionando el conocimiento dinámico (entendiendo como tal la capacidad de resolver problemas de diseño, de una manera  ágil y creativa y, en paralelo, ir preparando los productos del futuro), pero si lo son administrando el conocimiento estático, que es aquel que se puede plasmar en Normas y Procedimientos. Es por ello por lo que estas empresas son extremadamente eficaces en el control de la fabricación de sus productos.

Os pongo un ejemplo. Una gran empresa aeronáutica es capaz de producir un avión de pasajeros con una capacidad de mas de 200 plazas a un ritmo de uno diario. Y eso amigo mio, lo mires como lo mires, es algo que merece el mas profundo de los respetos.

Os adjunto el link donde se encuentra nuestra solución al problema de la semana pasada. Algún lector nos ha hecho alguna propuesta curiosa en la que nosotros no habíamos pensado. El unico problema es que, con el tiempo máximo que teníamos para la prueba (3 segundos), no hubiera sido viable.

http://engineers-corner.dip-solutions.com/Respuesta_1.pdf

En este otro encontrareis el de esta semana. Es un problema de electrónica rancia en el que, para su resolución, solo podréis emplear puertas lógicas (TTL o CMOS). No vale usar microprocesadores.

Un pensamiento:
La personas que dicen "no puede hacerse", no deben de interrumpir nunca a los que lo están haciendo.

Nos vemos.

Sed buenos.




Visita www.dip-solutions.com para ver a qué nos dedicamos.

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